Encuentros
Danielle Camus – Liliana Infanzón

“Sin memoria no existimos; sin responsabilidad, quizás no merezcamos existir.”
José Saramago.

El vértigo y la rutina nos conduce, inevitablemente, a perdernos en una absurda vorágine diaria y ya nadie se detiene a percibir el aroma de las rosas y disfrutar de esa sensación única e individual.
El tiempo es tan veloz que, cada vez que nos acordamos de las cuatro estaciones, damos gracias a Vivaldi por haberlas dejado en la eternidad. Y eso es lo más importante.
Liliana Infanzón, a través de sus pinturas, nos muestra dos ámbitos desde una atmósfera desnuda e íntima: La luz de lo etéreo y la riqueza de nuestra historia (por eso utiliza distintos tipos de materiales para sus obras) como para valorizar lo nuestro.
En su forma particular de volcar ese tipo de enseñanza, le quita la estructura a las tradicionales formas plásticas y nos embelesa con sus metalizados a la vez que nos recuerda algo que todos llevamos dentro: los valores heredados que nos iluminan o nos oscurecen si nos faltan.
Mientras que Camus nos propone emocionar, a partir de las tonalidades, a través de lo abstracto, probándose como espectadora de su propia obra hasta recibir el mensaje que fue creado para cada uno de nosotros.
Escuchando los colores de sus pinturas encontramos una paz espiritual y una sensación que no podemos explicar porque nos muestra el camino para partir o nos enseña donde llegar a través de una sensacional emocionalidad.
Es decir, esta exposición llamada ENCUENTROS, nos contrapone con distintas formas de crear, casi opuestas, aunque ambas convergen en un mensaje que la humanidad necesita y disfrutaría recibir tan solo con una de estas pinturas en nuestro living: encontrémonos juntos.

Rodolfo González